Ayuntamiento de Épila

Síguenos en   facebook     instagram     youtube

Palacio del Conde Aranda

Épila fue, desde finales del siglo XIV y hasta 1811, la corte de una de las ocho casas nobiliarias del Reino de Aragón, los Ximénez de Urrea, quienes recibieron en 1488 el título condal de Aranda. Será a finales del siglo XV cuando decidan encargar la construcción del palacio que, junto al Convento de la Concepción, forma uno de los conjuntos más notables del siglo XV en Aragón.

Por él pasarán dieciocho condes y morirá, en 1798, uno de los aragoneses más ilustres de la historia, el último conde de Aranda, don Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea.
Situado en el corazón del palacio, encontramos un precioso patio flanqueado por arcos de medio punto donde su nobleza disfrutaba de sus tiempos de recreo. Aunque la verdadera joya son sin duda sus grandes alfarjes de tradición mudéjar de los s. XVI y XVII.

Fuente: SIPCA y TURISMO DE ARAGÓN

Santuario de Rodanas

Dentro del término epilense, y amparado por la Serranía de Rodanas, encontramos el santuario del siglo XVI de la localidad. En su interior se venera una bellísima talla en alabastro datada en 1546, que sostiene a un niño en la mano izquierda y representa a una de las patronas de la villa, la Virgen de Rodanas. Este complejo arquitectónico está compuesto por la iglesia, la casa parroquial, la casa del santero y la hospedería y está rodeado de un agradable entorno de olivos centenarios.

Fuente: SIPCA

Minas de la Esperanza

Asentada en la Serranía de Rodanas, se dedicaba a la transformación del mineral de cobre que se extraía de otras minas. Dando trabajo a más de treinta obreros, contaba con diversos edificios y naves entre los que se encontraban, además de las viviendas, la báscula, el taller y el laboratorio.

Sus ruinas reflejan a la perfección la sencillez y funcionalidad de su construcción, en la que predominan el adobe, enfoscado o revestido al interior de ladrillo macizo, así como los bloques de hormigón de fabricación manual.

Fuente: SIPCA

Cueva del Gato

Estando a tan solo 30 minutos de nuestro Santuario de Rodanas, y dentro del término municipal de Épila, la cueva del Gato es una perfecta oportunidad para los amantes del senderismo, la naturaleza e incluso de la espeleología. Gracias a su favorable situación geográfica y sus excelentes condiciones, fue refugio durante diferentes periodos prehistóricos, históricos e incluso contemporáneo.

Funete: Dialnet

Iglesia de Santa María La Mayor

Solo hace falta ponerse a los pies de la gran escalinata que lleva a la Iglesia Santa María la Mayor, para observar su majestuosidad. De estilo barroco-clasicista y construida en piedra y ladrillo, fue inaugurada en 1798 para las exequias del X Conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea.

Si nos adentramos en su interior y levantamos la vista hacia su techumbre, podemos observar uno de los conjuntos de pintura mural más importantes del siglo XVIII aragonés. Asimismo, en una de las capillas laterales, encontramos una obra clave de la escultura gótica aragonesa, un sarcófago realizado en alabastro, que contiene los restos de Lope Ximénez de Urrea, fallecido en 1475.

Fuente: SIPCA y cultura.dpz.es

Azucarera

La fábrica de la Azucarera se instaló en Épila en 1908.
La producción comenzó nada más constituida la sociedad. Desde el primer año de vida de la empresa los resultados económicos fueron positivos al aprovechar la independencia de su industria respecto al monopolio creado por el gobierno con laxos impuestos sobre el azúcar tras la pérdida de Cuba.
Pasa a ser una de las más importantes de España, llegando a producir 16 millones de kilos de azúcar y tener unos 1500 obreros. Su cierre en 1969 supuso una fuerte crisis socio económica para Épila. Desgraciadamente en la actualidad ha sido desmantelada y derruida en parte, para construir en su solar viviendas.

Convento de la Inmaculada Concepción

Conectado mediante un paso elevado con el palacio del Conde Aranda, el Convento de la Inmaculada Concepción ofrece una grandiosa instantánea de uno de los conjuntos arquitectónicos más deslumbrantes de Aragón.

Es un edificio de planta rectangular construido en las primeras décadas del siglo XVII. Flanqueado por una galería de arcos de medio punto, al puro estilo renacentista aragonés, mantiene su tradición decorativa mudéjar gracias a sus intimistas celosías.

Fuente: SIPCA

Ermita de Santa María Magdalena

Aragón es una de las comunidades que más arte románico alberga, y una muestra de ello, es la Ermita de Santa María Magdalena en Épila. Yendo por la A-122, y a medio camino entre Figueruelas y La Almunia de Doña Godina, encontramos este templo de estructura de mampostería y hechuras de románico tardío, datado en el siglo XIII.

Casona de Macarena

Situada entre Épila y Salillas de Jalón, encontramos la Casona de Mareca, lugar de retiro veraniego del Condado de Aranda de origen árabe. A pesar de que su primera mención fue en 1129, podría tener una datación del siglo X. Además, fue en ella dónde se enterró al IV Conde de Aranda.

Dentro de su estructura palaciega, encontramos diversas estancias entre las que destaca su torre islámica de sillería a soga y tizón y almohadillados, una iglesia-panteón, su acogedor patio exterior y su jardín.

Fuente: Dialnet

Mirador de la Cruz del Castillo

La cruz del castillo, se corona como uno de los puntos más idóneos para contemplar la localidad. Erigida sobre lo que fue el castillo, derruido para posteriores edificaciones, regala a sus visitantes una panorámica idílica de cada uno de los rincones que posee la Villa de Épila.

Gracias a su perspectiva 360º, podemos observar desde el valle de Jalón hasta El Moncayo, pasando por las imponentes chimeneas de la Azucarera.

Casa de Dios

A las afueras de la localidad y bajo el título de «Dasa de Dios», encontramos la que es , a juicio de la profesora de Historia del Arte estadounidense, Jo Farb Hernández, es uno de los más significativos conjuntos de art brut que pueden encontrarse en Europa.

Conformada por representaciones del bien y del mal, ángeles y demonios, reptiles, almenados torreones y una iconografía brutal y fantasmagórica, es capaz de o dejar indiferente a ninguno de sus visistantes.

Puente Romano

Ubicado entre Rodanas y Épila, y atravesando el río Jalón, encontramos mayor vestigio romano que conserva nuestra localidad, un majestuoso puente de piedra que conecta los tres núcleos poblacionales epilenses; Épila, El Santuario de Rodanas y el barrio de la Azucarera.